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M de magnolia


Magnolia rzedowskiana . A. Gineceo receptivo con estambres removidos; B. gineceo receptivo, aún conservando los estambres; C. gineceo no receptivo después de que los estambres han caído de manera natural; D. gineceo no receptivo, iniciando el desarrollo del fruto. Fotografías de Roberto Pedraza. 


Quería escribir sobre el 8M, pero me acometió el perfume de una magnolia. Imaginé estar ahí entre esos pétalos amarillentos y saturarme de la sensación, hacerme enana y trepar por el gineceo.

 

Al cabo de poco tiempo llegó el impulso automático de salir a tomar aire, como todo lo que flota cuando una fuerza deja de oprimirlo, de retirar algunos estímulos para que mis fuerzas se abrieran paso sin tanto exceso. Me puse a leer sobre la magnolia.

 

El tronco de la magnolia es gris claro y tiene una corteza ya estriada por la vejez. Las hojas son alternas, simples, de elípticas a oblongo-ovadas o ampliamente ovadas, de márgenes enteros, de color verde brillante oscuro y textura coriácea, con haz glabro y envés algo pubescente. El pecíolo tiene una lanosidad corta, como aterciopelada rojiza, al igual que las yemas y las ramas jóvenes. Mecanismo de defensa.

 

Las fragantes flores son hermafroditas, solitarias, de quince a treinta centímetros de diámetro con tres sépalos petaloides y seis, siete, hasta doce pétalos ovalados, de textura cerúlea, con numerosos estambres. Entre ellos asoma el gineceo receptivo, más de una ya arremanga los pétalos, exhibiendo recio penacho para contrastar con la tersura blanquecina de los pétalos. No binarismo.

 

Sus aliados reproductivos son los escarabajos, que comen polen; con sus tenazas algo torpes, dejan cierto rastro después de alimentarse. Están en el mundo junto a las magnolias desde mucho antes que las abejas, que no encuentran nectarios en las flores y entonces no se interesan por ellas. Alianzas intraespecíficas.

 

Primero nacen los estambres, lo que nuestro mundo humano convencionó en llamar “las partes masculinas”, suaves y atractivos para los escarabajos que se atragantan de polen. Después aparecen los carpelos, la contraparte supuestamente femenina, que es dura y resistente a las torpezas de los escarabajos, para proteger el fruto. No ofrecen polen a los escarabajos, pero para lograr que ellos los sobrevuelen un tiempo más y dejen caer el polen adherido a sus exoesqueletos, los carpelos femeninos imitan a las partes masculinas. Astucia.

 

No encontré nada sobre la textura única de los pétalos caídos, del color de la miel oscura, que tapizan el suelo cuando los frutos de la magnolia están en su auge. A veces esos pétalos aterciopelados guardan en su interior algunos estambres ya mancillados por innumerables escarabajos, un recuerdo póstumo, féretro vegetal más que digno. Cooperación.

 

Creo que escribí mi artículo. 

 



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