Las puertitas del Sr. López, de Carlos Trillo y Horacio Altuna
¿Quién es Pérez? ¿Quién es Vázquez?
Debe haber un montón de nombres en la lista, pero posiblemente en tu cabeza apareció la silueta vacía de un varón desconocido. No de una mujer, ni de una persona transgénero: de un varón.
Hablar incluyendo a todes tiene su costo: la melodía del idioma te sorprende, hay disonancias, como cuando escuchás por primera vez el disco innovador de tu banda favorita. Puede ser que te parta la cabeza, pero lo más probable es que no te guste tanto como los que escuchaste cientos de veces. Es una característica de nuestra percepción (a veces estoy tentada de llamarla simplemente error de fábrica), que nos dificulta saborear lo nuevo con la misma fruición que lo conocido.
Entonces te debatís un poco antes de seguir leyendo, te agarra una fiaca profunda de hacer el esfuerzo, encima del trabajo ya invertido en leer el texto de una autora desconocida, latinoamericana, que se presenta a sí misma por su nombre y apellido (si lo hiciera con el apellido solo, tal vez ganaría un status particular, quizá porque podrías imaginarte que soy varón).
Por mucho tiempo escribí en género masculino. Creía que no aportaba nada evidenciar mi género. Consideraba que hablar en masculino no me hacía varón, ni mujer, ni ninguna otra opción, que funcionaba como un neutro. Cuando un escritor me cuestionó sobre esto, le expliqué muy segura que hablar en masculino, a mi entender, era aludir a lo universal.
En pocos meses algo se demolió y algo se construyó. Y esa construcción fue tan veloz que une estaría tentade de considerarla terminada, pero nada más lejano. Todos los días me pregunto cómo escribir, y con mucha más frecuencia cómo hablar. Lo intento de varias formas, pongo a prueba en el terreno de la oralidad las cosas que escribo, me sorprendo de que algo funcione en un campo y no en el otro…
Entiendo que muchas veces necesitamos tiempo para aprender lo que elegimos. Y quien piense por esto que la elección es fútil o infundada, corre riesgo de transformarse en agua estancada.
